Varias enfermedades degenerativas del cuello, como la osteoartritis, la espondilolistesis cervical, la espondilolisis cervical y la estenosis cervical, pueden causar dolor de cuello.

A continuación te mencionamos y describimos las más importantes:
1. Osteoartritis:
- Dolor articular, especialmente después de realizar actividades físicas.
- Rigidez en las articulaciones, más notable al despertar o después de períodos de inactividad.
- Hinchazón alrededor de las articulaciones afectadas.
- Pérdida de flexibilidad o rango de movimiento.
- Crujidos o sensación de roce en las articulaciones al moverlas.
2. Espondilolistesis cervical:
- Dolor en el cuello que puede irradiar hacia los hombros o brazos.
- Debilidad o entumecimiento en los brazos y manos.
- Sensación de hormigueo en las extremidades superiores.
- Dificultad para realizar movimientos del cuello.
- En casos graves, problemas de coordinación o equilibrio debido a la compresión de la médula espinal.
3. Espondilolisis cervical:
- Dolor de cuello persistente o crónico.
- Sensación de rigidez en el cuello.
- Molestias al realizar movimientos de giro o extensión del cuello.
- Espasmos musculares en la región cervical.
- En casos avanzados, síntomas neurológicos como hormigueo o debilidad en los brazos.
4. Estenosis espinal cervical:
- Dolor en el cuello que puede extenderse a los hombros, brazos o incluso a las piernas.
- Sensación de entumecimiento u hormigueo en las extremidades.
- Debilidad en los brazos, manos o piernas.
- Dificultad para caminar o problemas de equilibrio.
- En casos severos, pérdida de control de esfínteres o debilidad extrema.
Si alguno de estos síntomas se presenta de forma persistente o severa, es importante buscar atención médica especializada.