El hígado cumple funciones esenciales como filtrar toxinas, metabolizar grasas y almacenar energía. Sin embargo, el exceso de peso puede afectarlo seriamente. Mantener un peso saludable no solo es beneficioso para el corazón o los músculos, también es clave para preservar la salud hepática y prevenir enfermedades graves.
¿Cómo afecta el sobrepeso al hígado?
Uno de los principales riesgos es la enfermedad por hígado graso no alcohólico (EHGNA), una condición en la que se acumula grasa en las células hepáticas. Este problema puede avanzar hacia inflamación, fibrosis e incluso cirrosis si no se controla a tiempo.
El exceso de grasa corporal, especialmente en la zona abdominal, está estrechamente ligado al desarrollo de hígado graso. A menudo no presenta síntomas al inicio, pero puede detectarse mediante análisis de sangre o estudios de imagen.

Beneficios de mantener un peso saludable
- Reduce el riesgo de hígado graso y sus complicaciones.
- Mejora la sensibilidad a la insulina y el control del azúcar en sangre.
- Disminuye la inflamación sistémica que puede dañar el tejido hepático.
- Favorece una mejor digestión y metabolismo de nutrientes.
- Contribuye al equilibrio del colesterol y triglicéridos.
¿Cómo cuidar tu peso y tu hígado?
- Aliméntate de forma balanceada, con énfasis en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y grasas saludables.
- Evita el exceso de azúcares, alimentos ultraprocesados y bebidas alcohólicas.
- Haz ejercicio regularmente, al menos 150 minutos de actividad moderada por semana.
- Mantén horarios estables para comer y evita ayunos prolongados seguidos de atracones.
- Hidrátate adecuadamente y duerme lo suficiente.
Cuidar tu peso es una forma efectiva de proteger tu hígado, mejorar tu energía y prevenir enfermedades metabólicas. El cambio de hábitos sostenido en el tiempo puede marcar una gran diferencia en tu salud hepática y general.