En una dramática y vertiginosa sesión que se extendió hasta la madrugada de este viernes, el Congreso de la República del Perú votó de manera unánime para destituir a la presidenta Dina Boluarte, invocando la figura constitucional de «incapacidad moral permanente». La decisión, respaldada por los 118 legisladores presentes, marca el abrupto final de un gobierno que luchó por mantenerse a flote en medio de una creciente ola de violencia e inestabilidad política.
La Sesión Decisiva y la Ausencia de la Mandataria

El proceso llegó a su punto crítico cuando el Pleno del Congreso citó a la presidenta Boluarte para que ejerciera personal e inmediatamente su derecho de defensa. Sin embargo, en un acto de desafío, la mandataria se negó a comparecer, tachando el procedimiento de «inconstitucional». Su abogado defensor, Juan Carlos Portugal, afirmó desde fuera del hemiciclo: «Es sencillamente violatorio a cualquier procedimiento. ¡No lo convalidaremos!».
Tras una espera de aproximadamente veinte minutos, y argumentando que tras un día completo de debate no había más elementos por considerar, el legislativo procedió con la votación. El resultado fue contundente: 118 votos a favor de la vacancia presidencial, cero en contra y ninguna abstención.

La Causa Inmediata: Una Crisis de Inseguridad Insostenible
Si bien la presidencia de Boluarte estuvo permanentemente acechada por acusaciones de corrupción —como el escándalo de los lujosos relojes y las denuncias de cirugías estéticas ilegales—, la gota que colmó el vaso para el Congreso fue su percibida incapacidad para enfrentar la crítica ola de criminalidad que azota al país.
El punto de inflexión, citado explícitamente por varios congresistas, fue el brutal ataque armado contra un concierto de un famoso grupo musical, un evento que conmocionó a la nación y se convirtió en el símbolo de una seguridad pública fuera de control. Esta «incapacidad moral permanente» fue la base legal para su destitución.
Una Transición Inmediata: José Jerí Jura como Nuevo Presidente
Cumpliendo con el orden de sucesión constitucional, el presidente del Congreso, José Enrique Jerí Oré, juramentó de inmediato como el nuevo Presidente de la República. En una ceremonia sobria realizada en las primeras horas de la madrugada, Jerí prometió «ejercer fielmente el cargo de presidente de la República» y «respetar la Constitución y las leyes del Perú». Acto seguido, firmó el acta de juramentación y recibió la banda presidencial de manos del congresista Fernando Rospigliosi.
Un Legado de Inestabilidad
Dina Boluarte asumió la presidencia en diciembre de 2022, luego de que su predecesor, Pedro Castillo, intentara un autogolpe de Estado. Su gobierno, que originalmente completaría el período 2021-2026, se caracterizó por una frágil relación con el Legislativo y una constante presión social. Su destitución consolida a Perú como un epicentro de la inestabilidad política en la región, siendo el tercer presidente en un corto lapso en no culminar su mandato.
Con José Jerí a la cabeza, el país amanece con un nuevo líder que hereda la urgente tarea de restaurar el orden, combatir la delincuencia y buscar la tan anhelada gobernabilidad para un país profundamente dividido.