Alerta Bolivia
Miércoles, 07 de mayo de 2025 – Un despliegue militar histórico se registra en el norte de Argentina, tras la llegada de 1.900 efectivos del Ejército Argentino a la ciudad de Tartagal, ubicada a escasos kilómetros de la frontera con Bolivia. Según reportó el medio argentino Qué Pasa Salta (QPS), esta movilización forma parte de la ampliación del Plan Güemes y de la Operación Julio Argentino Roca, estrategias impulsadas por el Ministerio de Defensa de la Nación para reforzar los controles fronterizos, combatir el narcotráfico y el contrabando.
El operativo no solo cubrirá Tartagal, sino también los departamentos de San Martín y Rivadavia, considerados puntos críticos por su cercanía a Bolivia y por la histórica vulnerabilidad de sus pasos fronterizos ante el tráfico ilegal de mercancías y personas.
Desde el gobierno de Salta se destacó que la presencia militar busca complementar el trabajo de las fuerzas federales y provinciales argentinas, ampliando la vigilancia en la frontera y autorizando la intervención directa del Ejército en caso de detectar delitos vinculados al narcotráfico o contrabando.
“El Ejército está autorizado a intervenir directamente si se detectan estos delitos. Se está dando un golpe muy fuerte al narcotráfico. Todos los delitos vinculados a la narcocriminalidad disminuyeron en este primer cuatrimestre”, afirmó Nicolás Avellaneda, secretario de Seguridad de Salta, en declaraciones a la emisora FM Aries.
Preocupación y expectativa en Bolivia
El masivo despliegue militar argentino genera expectativa y atención en las regiones fronterizas bolivianas, principalmente en Yacuiba, Villazón y Bermejo, que históricamente han compartido intensa actividad comercial y flujos migratorios con Argentina.
Analistas advierten que el refuerzo militar en la frontera podría tener impactos directos en el comercio informal, así como en las rutas utilizadas por redes de contrabando que operan entre ambos países. Autoridades bolivianas aún no se han pronunciado oficialmente sobre el operativo, pero se prevé un monitoreo cercano de la situación, ante posibles efectos en el tránsito fronterizo.
Con este operativo, el Gobierno argentino busca establecer controles más rigurosos y sostenidos en una de las zonas más sensibles en materia de seguridad y crimen organizado, lo que podría cambiar las dinámicas en la frontera norte de Bolivia.