Alerta Bolivia
Tarija, 28 de enero de 2025 – La reciente designación de Álvaro Ruiz como nuevo Ministro de Medio Ambiente y Agua ha despertado expectativas y dudas en el departamento de Tarija. Ruiz, oriundo de esta región y exalcalde de Uriondo, asume el cargo en un momento crucial, con varios desafíos pendientes, entre ellos uno especialmente sensible para los tarijeños: la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR).


La promesa de la PTAR: Un sueño largamente postergado
El proyecto de la PTAR en Tarija ha sido una de las promesas más reiteradas por diferentes gobiernos desde hace más de una década. Su importancia es innegable: busca tratar las aguas residuales de la ciudad, evitar la contaminación del río Guadalquivir y mejorar las condiciones ambientales y de salud pública. Sin embargo, los avances han sido escasos, y hasta ahora, los anuncios se han quedado en palabras.

En 2024, el presidente Luis Arce anunció una inversión de más de 270 millones de bolivianos para esta obra. El proyecto incluye tecnología moderna, como reactores anaerobios y sistemas de desinfección ultravioleta. Pese a la magnitud del anuncio, la población sigue esperando que se cumpla.
Un nuevo ministro, una vieja demanda
El nombramiento de Ruiz como ministro ha generado un nuevo aire de esperanza. Su cercanía con Tarija y su experiencia como exviceministro y exalcalde lo colocan en una posición estratégica para gestionar las demandas regionales. Sin embargo, esto también lo enfrenta al desafío de cumplir con una tarea que muchos consideran titánica.

“La población no solo necesita promesas, sino resultados. El Guadalquivir no puede seguir siendo un río contaminado, y la salud de nuestra gente está en juego”, expresó un activista ambiental tarijeño.
El contexto político y social
En Tarija, el retraso de la PTAR ha sido motivo de críticas hacia los gobiernos nacionales. Muchos tarijeños sienten que su región, pese a ser todavia una de las principales productoras de hidrocarburos del país, no recibe la atención que merece. Este sentimiento se ha profundizado con el paso de los años, especialmente ante la falta de proyectos de impacto que beneficien directamente a la población.

La gestión de Álvaro Ruiz estará bajo constante observación, no solo en Tarija, sino a nivel nacional. Su desempeño podría marcar un antes y un después en la relación entre el gobierno central y las regiones que claman por soluciones efectivas a problemas históricos.
¿Será esta la oportunidad de Tarija?
Con un tarijeño liderando el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, muchos esperan que el proyecto de la PTAR finalmente avance. Sin embargo, las expectativas están acompañadas de escepticismo. La pregunta clave que resuena entre los ciudadanos es: ¿será Álvaro Ruiz el líder que logre concretar este anhelo o será una promesa más que se suma a la larga lista de incumplimientos?

El tiempo dirá si este nombramiento se traduce en acciones concretas o si la PTAR seguirá siendo un sueño lejano para Tarija. Por ahora, lo único seguro es que Ruiz tiene ante sí una oportunidad histórica para marcar la diferencia y devolverle a su tierra natal lo que durante años se le ha negado.