Bolivia aún no accede a Starlink y está rezagada en internet fijo

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Starlink, el servicio de internet satelital de Elon Musk, crece y se expande en Sudamérica y el mundo, mientras que Bolivia queda rezagada en su implementación, como también en el internet fijo, ya que la penetración apenas llega a un 60% en el país.

La tecnología creada por SpaceX, empresa de Musk, es la primera y más grande constelación satelital del mundo, que usa una órbita terrestre baja para ofrecer internet de banda ancha capaz de hacer streaming, jugar en línea, realizar videollamadas y más. Mediante el uso de satélites avanzados y equipos de usuarios junto con una amplia experiencia con naves espaciales y operaciones en órbita, Starlink ofrece internet de alta velocidad y baja latencia a usuarios de todo el mundo.

Gobierno Autónomo Municipal de Tarija

En su página se puede observar el mapa de los países donde está presente, el cual ya abarca a la mayoría de las naciones de Sudamérica y se lee que Bolivia está sin cobertura y aprobación reglamentaria pendiente.

Gustavo Jáuregui, asesor empresarial y de organizaciones empresariales con especialidad en regulación y telecomunicaciones, explicó que Starlink es un servicio de internet satelital desarrollado por la empresa SpaceX, de propiedad del famoso empresario norteamericano Elon Musk.

Tribunal Supremo Electoral

El principal objetivo de esta compañía es proporcionar internet de banda ancha de alta velocidad y baja latencia, especialmente en áreas rurales y remotas, donde la conectividad tradicional como lo son la fibra óptica, cable, ADSL y otras, es limitada o inexistente.

Señaló que, en Bolivia, cualquier servicio público de telecomunicaciones debe ser autorizado y regulado por el Estado boliviano a través de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), por lo que cualquier empresa nacional o extranjera legalmente establecida en nuestro país, debe solicitar esa autorización al ente regulador para poder operar.

“De acuerdo con noticias publicadas por medios de comunicación, el Gobierno nacional habría negado otorgar la licencia de operación a Starlink supuestamente porque podría significar ceder soberanía tecnológica y abrir la puerta a una competencia desigual. Por lo tanto, el principal obstáculo sería una decisión política implementada mediante un instrumento regulatorio”, precisó.

Según un reportaje del New York Times, publicado el 8 de junio, el avance de Starlink se ha visto obstaculizado por Bolivia, que se negó a concederle una licencia de operación el año pasado. En su lugar, el Gobierno optó por confiar en el satélite de fabricación china.

Starlink “tiene superioridad tecnológica” sobre los servicios de internet de Bolivia, dijo Iván Zambrana, director de la Agencia Boliviana Espacial, propietaria del satélite nacional de fabricación china, que opera desde su lanzamiento en 2013. Pero, añadió que los reguladores deben establecer normas que garanticen que Starlink contribuye a la economía de Bolivia, “entra al mercado a competir en igualdad de condiciones” y sin perjudicar a los proveedores locales de internet.

“Cualquier empresa que venga a hacer negocios en el país se va a llevar un pedazo del pastel, pastel que ahora mismo está entre los que estamos aquí”, dijo Zambrana en la entrevista con el diario norteamericano.

Jáuregui explicó que Starlink ofrece una serie de ventajas significativas como ser: alta velocidad y baja latencia, que es la principal diferencia con otros servicios de internet satelital debido a la constelación de satélites en órbita baja. Esto, explica, es porque la señal viaja una distancia mucho menor, lo que reduce drásticamente la latencia (el tiempo de respuesta).

El servicio permite realizar actividades que antes eran difíciles o imposibles con el internet satelital tradicional como ser: videollamadas fluidas, juegos en línea sin retrasos perceptibles, streaming de video en alta definición y 4K, navegación web rápida y eficiente o carga y descarga de archivos pesados.

Cobertura global y accesibilidad en zonas remotas, ya que está diseñado para llevar internet a cualquier rincón del planeta, incluso a las áreas más aisladas, rurales o con poca infraestructura.

En su información señala que es de fácil instalación, puesto que el kit de Starlink es relativamente sencillo y puede ser conectado por el propio usuario. La antena se auto-orienta para encontrar la mejor señal, lo que simplifica el proceso y no requiere contratar a técnicos especializados.

También fue diseñada para resistir condiciones climáticas adversas, incluyendo calor y frío extremos, nieve, aguanieve, lluvia intensa y vientos fuertes.

También ofrece portabilidad, puesto que tiene planes que permiten la movilidad, lo que es ideal para viajeros, vehículos recreativos, barcos o para aquellos que necesitan conectividad en diferentes ubicaciones de forma eventual.

Jáuregui señaló que Starlink ha expandido su presencia significativamente en Sudamérica, puesto que está operando actualmente en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay.

12,8 millones es el número de conexiones de internet fijo y móvil, en Bolivia, hasta marzo de 2025. En 2024, existían 1,4 millones de conexiones a internet fijo y la penetración era de 64%, según datos de la ATT.

Las tarifas en los diferentes países de Sudamérica pueden variar según las regulaciones, impuestos y tipo de cambio vigente en cada país.

Mario R. Durán Chuquimia, experto en temas de derecho y tecnología, explicó que no existe limitación técnica ni tecnológica para la operación del servicio de internet satelital de Starlink, en la inmensa geografía de Bolivia. Además, la ventaja de los receptores de este servicio permite facilidades no solo en la instalación, sino también en la configuración.

“El problema para la operación de Starlink en Bolivia es la normativa para operadores del servicio básico de telecomunicaciones, que es una norma rígida que exige el registro como operador de telecomunicaciones a cualquier empresa del área de telecomunicaciones, el trámite de licencia de operaciones y el cumplimiento del marco regulatorio de Bolivia”, indicó.

 Starlink (o una filial) debe estar legalmente constituida en Bolivia, con su personalidad jurídica reconocida y domicilio en el país. Esto implica el registro en el Seprec (Servicio Plurinacional de Registro de Comercio), obtención de NIT (Número de Identificación Tributaria), entre otros requisitos comerciales y tributarios.

Así también, debe demostrar la capacidad técnica y económica necesaria para garantizar la continuidad, calidad y eficiencia del servicio, y una serie de requisitos detallados en la Ley 164, de telecomunicaciones y tecnologías y sus decretos reglamentarios, manifestó Durán.

Como alternativa, la ATT, dijo, debería promover la implementación de un sandbox regulatorio, que es un entorno controlado y supervisado por la autoridad regulatoria, en el que empresas innovadoras, como Starlink, pueden probar productos, servicios o modelos de negocio en un contexto real, pero con riesgos minimizados y bajo condiciones regulatorias específicas.

Esto permite a las compañías validar sus soluciones y a los reguladores ajustar la normativa a las nuevas tecnologías, promoviendo la innovación sin comprometer la calidad del servicio o la protección al usuario y permitiría la provisión de internet satelital para la empresa.

Durán sostuvo que las principales ventajas de Starlink son la velocidad y calidad del internet satelital, porque pueden superar las limitaciones geográficas de la infraestructura terrestre tradicional (vía radiobases de telecomunicación o fibra óptica), ofreciendo un servicio de alta velocidad y baja latencia en áreas rurales, remotas y dispersas de la inmensa geografía de Bolivia, en la que el acceso a la banda ancha es limitado o incluso inexistente.

Resaltó que esto permitiría cerrar la brecha digital en Bolivia, impulsando el desarrollo educativo, económico, de salud y productivo al conectar comunidades rurales y del área periurbana, que actualmente no cuentan con servicio de internet, promoviendo así una mayor equidad digital a nivel nacional.

Explicó que Starlink ofrece el servicio de internet satelital con una velocidad entre 50 Mbps (Megabits por segundo) y 150 Mbps, con una latencia de entre 20 y 40 milisegundos, y tiene estos costos: El plan residencial Lite es 33,10 dólares, y el plan residencial, 33,10 y 45,65 dólares. Al tipo de cambio oficial de 6,96 bolivianos, estas tarifas tendrían un costo de 230,3 y 310,7 bolivianos aproximadamente.

“Esta velocidad y calidad de internet es competitiva en el mercado boliviano. En comparación, actualmente Entel ofrece 100 Mbps a un costo de 189 bolivianos; la diferencia radica en que la velocidad y calidad de internet que los proveedores bolivianos ofrecen en sus planes comerciales difiere significativamente de la que realmente se experimenta, especialmente para aplicaciones empresariales y juegos en red, donde el rendimiento real queda por debajo de los planes comerciales ofertados”, indicó Durán.

Además, se debe considerar que el área rural, las ciudades intermedias y el área periurbana de las urbes principales de Bolivia no tienen acceso a puntos de conexión a internet porque estos están limitados.

Internet fijo

Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que, hasta el primer trimestre, las conexiones de internet en Bolivia eran 12,8 millones (fijo y móvil). De acuerdo con la ATT, hasta 2024 se contabilizaron 1,4 millones de conexiones de internet fijo y la penetración del servicio solo era del 64%.

Por regiones, la cobertura varía. En departamentos como Potosí y Pando la penetración es de solo 38,2% y 39,8%, respectivamente, mientras que en Tarija llega a 70,7%, en Cochabamba al 71,5%, en Santa Cruz al 67,7%, La Paz 66,4%, Oruro 63,9% y Chuquisaca 54,3%.

Las líneas de teléfonos con acceso a internet móvil alcanzaron a ser 11 millones y la penetración llegó al 99%.

Jáuregui sostuvo que el acceso a internet fijo en Bolivia ha experimentado avances significativos, pero aún dista de una penetración del 100% en los hogares, especialmente si se compara con la alta penetración del internet móvil.

La fibra óptica es la tecnología dominante para las nuevas instalaciones de internet fijo, abarcando cerca del 92% de las conexiones fijas. “Aún existe una marcada brecha digital entre las áreas urbanas y rurales, puesto que más del 77% de las conexiones fijas a internet se concentran en las ciudades del eje central (La Paz, El Alto, Cochabamba, Santa Cruz), en contraste con el 21% lo tiene en el área rural”, puntualizó.

Señaló que, si bien Bolivia ha mejorado en la disponibilidad de internet fijo, las velocidades promedio son bajas en comparación con otras regiones y las tarifas se perciben como elevadas, lo que representa un obstáculo para una mayor penetración y una experiencia digital de alta calidad para la mayoría de los hogares.

“El gran desafío para lograr un mayor índice de penetración de internet fijo en Bolivia requiere de una combinación fuerte entre voluntad política, mayor seguridad jurídica para las inversiones nacional y extranjera, y un marco regulatorio moderno. Si bien la penetración del internet móvil es alta y útil, el internet fijo sigue siendo fundamental para la educación, la salud, el teletrabajo, el desarrollo de negocios y una participación plena en la economía digital”, recalcó Jáuregui.

Según Durán, existen avances con la red de fibra óptica que llega a la mayor parte de los 340 municipios de Bolivia, por las inversiones estatales; sin embargo, hay un déficit en la “última milla”, que se refiere al tramo final de la red de telecomunicaciones que conecta el punto central del proveedor de servicios de internet (ISP) con el usuario final, ya sea un hogar, una oficina o cualquier otro lugar donde se consume el servicio.

Hay demanda de conexiones a internet, pero no hay respuesta de los proveedores de internet en las conexiones domiciliarias.

Además, dijo que la velocidad de acceso y la calidad de internet está lejos de lo que ocurre en países de la región.

Según el reporte Speedtest Global Index de mayo de 2025, Brasil tiene una velocidad media de descarga de 215,03 mbps; Chile, 101,37. “Bolivia está en el puesto 100 de dicho índice con una velocidad promedio de 54,91 Mbps de velocidad de internet; en todos los casos, la velocidad corresponde a la banda ancha fija”, subrayó Durán.

Con información de Visión 360


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