Alerta Bolivia
Jueves, 29 de mayo de 2025 – La frontera entre Bolivia y Argentina volvió a ser escenario de tensiones tras el cierre del ingreso a la finca Karina, un presunto paso ilegal ubicado a escasos dos kilómetros del paso fronterizo oficial entre Bermejo (Bolivia) y Aguas Blancas (Argentina). El operativo fue ejecutado por Gendarmería Nacional Argentina la madrugada del lunes 27 de mayo, con el despliegue de decenas de uniformados y disparos disuasivos.
Según el diario El Tribuno de Salta, el predio funcionaba como una «aduana paralela», donde se facilitaba el paso sin control oficial de grandes cantidades de mercadería, incluyendo hoja de coca, vehículos robados y, presuntamente, drogas. El interventor del municipio de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, denunció que por ese paso clandestino se movían hasta 3 millones de dólares diarios en productos que ingresaban o salían de Argentina sin declarar.

Zigarán también aseguró que la finca pertenecería a una ciudadana boliviana, lo que agrava la situación dado que la legislación argentina prohíbe la venta de propiedades a extranjeros en zonas de frontera. “Es una aduana privada que usan los contrabandistas. Narcotráfico, vehículos robados, mercadería sin control. En lugar de ir al paso oficial, prefieren pagar en efectivo para cruzar por ahí”, declaró.
Este operativo generó un fuerte impacto en el flujo habitual de bienes y personas que transitan entre Bermejo y Aguas Blancas. Tras el cierre de finca Karina, la actividad informal volvió a concentrarse en el puente internacional, donde cientos de bagayeros y carreros trabajan sin condiciones laborales formales. A pesar de la intervención, aún no existe un sistema regulado para el tránsito de estos trabajadores fronterizos.
El sector donde se encontraba la finca Karina, a orillas del río Bermejo, era hasta ahora poco conocido por gran parte de la población, pero ampliamente utilizado para el tráfico ilegal, según revelaron medios salteños. Este paso clandestino llegó a funcionar las 24 horas del día sin ningún tipo de control estatal, lo que lo convirtió en un punto estratégico para diversas redes de contrabando.
Autoridades bolivianas aún no se han pronunciado oficialmente sobre el operativo, pese a las implicancias que el cierre del paso tiene para la dinámica comercial y social en Bermejo. Habitantes de la zona han reportado tensión por la presencia militar y la interrupción de actividades que, aunque ilegales, eran fuente de ingreso para decenas de familias.
El cierre de finca Karina también reabre el debate sobre la necesidad de una mayor cooperación binacional para enfrentar el contrabando y regular los pasos fronterizos. Mientras tanto, el control en Aguas Blancas se ha reforzado con presencia de Prefectura Naval Argentina, y se espera que en los próximos días se definan nuevas medidas de control en la zona.