El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición del neurodesarrollo que afecta la capacidad de una persona para prestar atención, controlar sus impulsos y regular su nivel de actividad. Muchos padres se preguntan si los comportamientos inquietos o distraídos de sus hijos son parte normal del crecimiento o si podrían ser señales de TDAH. Esta nota te ayudará a identificar los síntomas clave y a saber qué hacer si tienes dudas.
Importante: Esta información es una guía inicial y no un diagnóstico. Solo un profesional de la salud (como un neurólogo pediátrico, un psiquiatra infantil o un psicólogo especializado) puede realizar una evaluación completa y dar un diagnóstico preciso.
Principales Síntomas del TDAH
Los síntomas se dividen en tres categorías principales: falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Es crucial recordar que para ser considerados síntomas de TDAH, estos comportamientos deben:

- Ser más intensos y frecuentes de lo esperado para la edad y desarrollo del niño.
- Presentarse en más de un entorno (por ejemplo, tanto en la escuela como en casa).
- Haber persistido por más de 6 meses.
- Interferir significativamente en su vida social, académica o familiar.
1. Síntomas de Inatención (Déficit de Atención):
- Le cuesta prestar atención sostenida a detalles o comete errores por descuido en las tareas.
- Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
- Tiene dificultad para organizar tareas y actividades (por ejemplo, gestionar tiempo, mantener orden).
- Se distrae con facilidad con estímulos externos o con sus propios pensamientos.
- Suele perder objetos necesarios para sus actividades (lápices, libros, agendas).
- Olvida hacer sus tareas diarias y chores sencillos.
2. Síntomas de Hiperactividad:
- Juega con las manos o los pies de manera nerviosa, o se retuerce en el asiento.
- Le cuesta permanecer sentado en situaciones donde se espera que lo esté (como en clase).
- Corre o trepa en situaciones inapropiadas (en adolescentes, puede ser una sensación interna de inquietud).
- A menudo está «en movimiento», como si tuviera un motor.
- Habla en exceso.
3. Síntomas de Impulsividad:
- Responde abruptamente antes de que terminen de hacerle una pregunta.
- Tiene dificultad para esperar su turno (en juegos, conversaciones, filas).
- Interrumpe o se entromete en las conversaciones o juegos de otros.
¿Qué Hacer Si Reconoces Estos Síntomas?
- No entres en pánico: Observa el comportamiento de tu hijo con detenimiento. Lleva un registro breve de los síntomas que ves, en qué situaciones ocurren y con qué frecuencia.
- Habla con su pediatra: El primer paso siempre debe ser consultar con el médico de cabecera de tu hijo. Él puede hacer una evaluación inicial y descartar otras causas médicas que podrían imitar los síntomas del TDAH (como problemas de audición, visión, ansiedad o trastornos del sueño).
- Busca una evaluación especializada: Si el pediatra lo considera necesario, te derivará a un especialista (psiquiatra o neurólogo infantil) para una evaluación profunda. Este proceso suele incluir entrevistas con los padres, el niño y often se solicita información de la escuela.
- Recaba información de la escuela: Los profesores son testigos clave del comportamiento del niño en un entorno estructurado. Su perspectiva es fundamental para el diagnóstico.
Conclusión:
Reconocer los signos del TDAH es el primer paso para ayudar a tu hijo. Un diagnóstico a tiempo y una intervención adecuada (que puede incluir terapia psicológica, apoyo educativo y, en algunos casos, medicación) pueden marcar una enorme diferencia en su desarrollo, autoestima y éxito futuro.