El debate presidencial organizado por Unitel este domingo rumbo a las elecciones del 17 de agosto estuvo marcado por momentos de confrontación, intercambios tensos, algunas coincidencias y la exposición de propuestas en distintos temas clave para el país.
Los candidatos Samuel Doria Medina, Jorge Tuto Quiroga y Manfred Reyes Villa midieron fuerzas en un escenario que combinó críticas cruzadas, llamados a la unidad y promesas de cambio y criticaron la ausencia del candidato Andrónico Rodríguez; Rodríguez no confirmó que no iría, dijo Gabriela Oviedo, la conductora del programa, y por ello se dejó su atril vacío.
Durante el debate, los candidatos coincidieron en que Bolivia atraviesa una grave crisis económica, pero expusieron propuestas distintas para enfrentarla.

Mientras Quiroga planteó un rescate internacional de 12.000 millones de dólares con el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI), Reyes Villa aseguró que consiguió compromisos para una venta anticipada de litio por 10.000 millones. Por su parte, Doria Medina ofreció reducir el déficit con recortes drásticos del gasto público y la creación de un fondo de compensación.
Hubo pinchazos entre candidatos, especialmente entre Samuel y el resto. En un momento dado, Manfred le recordó a Samuel que había sido candidato a vicepresidente junto a Jeanine Añez o cuando este le dijo en un momento dado: “a ver, te voy a explicar de economía, capitán”. Tuto hizo notar que sus dos contenientes solo miran al pasado.
Otro momento de tensión fue cuando Samuel le dijo a Manfred “que estaba cada vez más disperso” y lo retó a demostrar cómo es que la gasolina podría costar cinco bolivianos si en el mercado internacional cuesta un dólar (es decir alrededor de 14 boliviano al cambio paralelo).
Manfred insistió en que ello era posible y que, además, sí conseguirá 10.000 millones de dólares por la venta anticipada del litio. Samuel nuevamente lo corrigió y le dijo que con el precio actual, Bolivia obtendrá solamente 500 millones de dólares por esa exportación.
En otro momento del diálogo, Manfred Reyes Villa dijo que “por el hecho de ser militar” él va a mandar a detener a Evo Morales “y que se pondrá orden” en el Chapare, que dejará de ser “una republiqueta”.
Quiroga, por su parte, expresó que el “puente de estabilidad solo sirve si hacemos un cambio radical, total y dramático desde el primer día de la ley de hidrocarburos, de la ley agropecuaria, como hemos conversado varias veces, para traer biotecnología, modificar la función económica social, y es el sector, el agropecuario, que puede el próximo año traer 1.300 millones de dólares adicionales en divisas para alimentar la economía, alimentar el estómago de las familias bolivianas, y garantizarte un poquito de biodiésel y etanol también”.
Economía y dólar
Tuto sostuvo que el país atraviesa una crisis sin precedentes porque “se gastaron las reservas del gas” sin reponerlas. “Hoy el Estado gasta 11 veces más que hace 20 años. Boliviano, primero lo pagaste con el gas que se esfumó, luego con los dólares acumulados en el Banco Central, y hoy lo estás pagando con inflación”, afirmó.
Quiroga propuso un “programa claro de salvataje internacional” que incluye acceder a 12.000 millones de dólares mediante organismos multilaterales, reestructuración de la deuda y emisión de bonos de carbono. Aclaró que el papel del FMI sería el de brindar una señal de garantía para obtener cofinanciamiento de entidades como CAF o BID y que los préstamos tendrían intereses bajos y plazos largos. “Si no haces esto, no tienes cómo devolver los dólares”, argumentó.
El expresidente también planteó que el Banco Central deje de financiar al Tesoro General del Estado (TGE). “Hay que ponerle un candado al Banco Central. Nunca más debe financiar la gastadera y la robadera”, enfatizó.
Reyes Villa: “Con litio podemos dejar de pedir prestado”
A su turno, el alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, cuestionó que Bolivia siga “estirando la mano” para pedir préstamos. Propuso aprovechar los recursos naturales, especialmente el litio, para generar ingresos inmediatos. Aseguró que ya consiguió un compromiso de venta anticipada por 10.000 millones de dólares, correspondientes a solo el 3% de las reservas del país.
“Con esto vamos a devolver los 2.500 millones de dólares que los ahorristas han depositado y que hoy no pueden retirar. Vamos a estabilizar el tipo de cambio entre 7 y 8,20 bolivianos por dólar y bajar la inflación”, prometió Reyes Villa.
Rechazó acceder a recursos del FMI y alertó que esa entidad exigiría “condiciones drásticas”, como la devaluación del boliviano, la eliminación de bonos sociales o el aumento del IVA. “No podemos entregar nuestra soberanía económica al FMI”, insistió.
También se manifestó a favor de institucionalizar el Banco Central y darle plena independencia del Ejecutivo. “No puede ser una sucursal del Poder Ejecutivo que solo sirve para tapar huecos”, dijo.
Samuel Doria Medina: “En 100 días acabamos con la crisis”
El empresario y excandidato presidencial Samuel Doria Medina afirmó que el modelo económico del MAS está agotado y que el país requiere un plan inmediato para estabilizarse. “Yo tengo un plan y la capacidad para hacerlo. Podemos salir de la crisis en 100 días”, aseguró.
Detalló tres medidas clave: no gastar más de lo que se tiene, eliminar gastos superfluos del aparato estatal (como viáticos, viajes y compras de vehículos) y crear un fondo de estabilización para importar alimentos, medicinas y carburantes. También propuso asegurar el abastecimiento de diésel y gasolina y reordenar el régimen de subsidios, para evitar el contrabando de combustibles hacia países vecinos.
Doria Medina anunció que cerrará empresas públicas deficitarias y que su primer decreto como presidente cortará los gastos innecesarios. “Se acabó la fiesta”, dijo en referencia al despilfarro del aparato estatal.
Cruce de preguntas entre candidatos
En la etapa de preguntas, Reyes Villa cuestionó a Quiroga por su intención de recurrir al FMI. “Human Rights dice que es grave prestarse del FMI porque vuelve más pobres a las familias vulnerables”, dijo. Quiroga respondió que el FMI no es el único proveedor de recursos, sino una señal de confianza para acceder a financiamiento internacional más amplio.
Doria Medina también criticó a Reyes Villa por anunciar la venta de un millón de toneladas de litio. “Eso equivale a 20 años de producción de Chile, el país que más produce”, le dijo.
Finalmente, Quiroga recordó que cuando fue presidente se condonó la deuda externa y se lograron inversiones en exploración y exportaciones. También dijo que tanto Reyes Villa como Doria Medina fueron parte de su gestión y que hoy se requiere experiencia para recuperar credibilidad ante el mundo. “No sigamos con el mito de que todo estaba mal”, cerró.
Lucha contra la corrupción
Durante el bloque del debate presidencial dedicado a institucionalidad y lucha contra la corrupción, Manfred presentó una propuesta que incluye una reforma constitucional para cambiar los mecanismos de designación de autoridades, ingreso al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), y una transformación territorial con pacto fiscal.
Reyes Villa señaló que hubo una “desagregación institucional” producto de lo que calificó como una visión patrimonialista del poder. Anunció que impulsará una reforma de la Constitución Política del Estado para cambiar el sistema de designación de autoridades nombradas “a dedo” y reemplazarlo por un modelo de meritocracia.
Entre los cargos a ser cubiertos por criterios técnicos, mencionó al Ejecutivo del Banco Central, al directorio de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y al Contralor General del Estado. En cuanto al Poder Judicial, propuso la creación de un Tribunal Nacional de Selección y Postulación conformado por personalidades e instituciones colegiadas, eliminando las elecciones por voto popular para magistrados.
Samuel Doria Medina cuestionó que Reyes Villa haya calificado con “7 sobre 10” la gestión de Luis Arce hace un año, cuando el país ya enfrentaba crisis. Reyes Villa respondió que esa evaluación fue al inicio del mandato, cuando –según dijo– el MAS intentaba desestabilizar al propio Arce, y reprochó a Doria Medina por haber formado parte del gobierno de Jeanine Áñez, al que acusó de provocar la victoria del MAS en 2020. Samuel rechazó aquello.
Tuto Quiroga preguntó si Reyes Villa apoyaría la creación de una comisión de la verdad y transparencia para investigar adjudicaciones irregulares, expropiaciones y actos de corrupción. Reyes Villa respondió afirmativamente y se comprometió a sumar esfuerzos para revertir leyes aprobadas por el gobierno anterior que –según dijo– perjudican al país.
Intervención final
En la parte final del debate los candidatos tuvieron la oportunidad de dirigirse a la audiencia en un minuto.
Samuel Doria Medina afirmó que “coincide en el diagnóstico” sobre la crisis con los otros candidatos, y responsabilizó al MAS por lo que calificó como “la peor crisis económica en los últimos 40 años”.
Añadió: “Yo soy un empresario, sé tomar decisiones, sé rodearme de la mejor gente para resolver los problemas”. Dijo contar con un plan para “aplastar la inflación”, lograr el retorno de dólares y combustibles, y terminar con el “despilfarro” político. “Con tu voto podemos hacer realidad este plan en cien días carajo”, concluyó.
Quiroga, por su parte, llamó a los bolivianos a acudir a las urnas: “Tenemos una cita con el futuro este 17 de agosto”. Planteó que la prioridad es lograr estabilidad, como “condición básica” para realizar “el cambio radical que transforme dramáticamente nuestra Bolivia”.
Propuso convertir a los bolivianos en propietarios, atraer inversiones, fomentar exportaciones y garantizar 750.000 empleos en cinco años. Cerró su intervención con un mensaje de unidad: “Juntos lo vamos a hacer. Haremos de Bolivia un país libre con esta alianza, libre para siempre y por siempre todos los bolivianos”.
Finalmente, según un rol previamente sorteado, fue el turno de Manfred, quien subrayó su posición como opción de centro y criticó la falta de acuerdos entre otras candidaturas: “Me han tocado al centro, ni las extremas derechas ni el que no ha venido de las extremas izquierdas (Andrónico). Sin embargo ellos, los dos han tratado de buscar el bloque de unidad y no han podido, se han peleado”.
En contraste, señaló que su alianza es con el pueblo: “He ganado siete elecciones, he sido servidor público y sigo llevando la delantera en una ciudad y en un departamento que me sigue apoyando por la eficiencia”. Volvió a prometer traer 10.000 millones de dólares para estabilizar la economía con el uso del litio y aseguró que la gasolina costará cinco bolivianos. Cerró su intervención con un llamado: “Vamos a hacer una Bolivia unida para todos y vamos a lograr la reconciliación nacional”.
Con información de Brújula Digital