Una investigación judicial revela el modus operandi de una organización que explotaba a mujeres vulnerables a través de Facebook, pagándoles sumas ínfimas en comparación con lo que abonaban clientes extranjeros. La trama, bajo la lupa por el delito de trata de personas con fines de explotación reproductiva, opera en varios países de Latinoamérica.
BUENOS AIRES, Argentina – Una causa judicial en trámite en los tribunales federales argentinos ha destapado una sofisticada red internacional dedicada a la gestación subrogada, que operaba a través de las redes sociales y aprovecha el vacío legal existente en el país. La investigación, que tiene repercusiones en varios países de la región, incluyendo Bolivia, revela los mecanismos de explotación económica y reproductiva hacia mujeres en situación de vulnerabilidad.
El caso salió a la luz tras la denuncia de una mujer de la provincia de Córdoba, quien accedió a gestar un bebé para una ciudadana francesa. La situación se complicó cuando el parto se adelantó y el recién nacido presentó problemas neurológicos. La mujer contratante se negó a recibir al niño, alegando que el contrato «establecía que debía ser un bebé sano».

La Operación en Redes Sociales y el Vínculo Internacional
La trama tenía su punto de contacto inicial en el grupo de Facebook «Gestación Solidaria Argentina», donde mujeres ofrecían o solicitaban vientres. Allí, la gestante cordobesa fue contactada por representantes de la empresa Sudamérica Surrogant, cuyo titular es la doctora Ester Núñez, quien ya ha sido imputada por la fiscal federal Alejandra Mangano, acusada de trata de personas con fines de explotación reproductiva.
Según la investigación, la empresa articulaba los procedimientos médicos con el laboratorio Cegyr, especializado en fertilización. Las mujeres gestantes eran trasladadas a Buenos Aires, donde se las afiliaba a sistemas de salud prepagos y se las alojaba en departamentos hasta el momento del parto.
La investigación ha establecido que la firma de contratos con graves irregularidades –sin montos detallados ni cláusulas de responsabilidad– era una práctica común. En el caso de la mujer cordobesa, se determinó que la contratante francesa pagó entre 50.000 y 60.000 dólares, mientras que la gestante recibió apenas entre 10.000 y 15.000 dólares, sin que se emitieran recibos oficiales.
Un Vacío Legal que Genera Explotación e Inseguridad
La gestación subrogada no está regulada por ley en Argentina, lo que la convierte en un terreno propicio para abusos. Se estima que se registran entre 300 y 400 casos por año, en su mayoría en Buenos Aires, Córdoba y Rosario. Esta falta de un marco jurídico expone a las mujeres a la explotación económica y a la mercantilización de sus cuerpos, y genera inseguridad jurídica para los niños nacidos bajo esta práctica.
La fiscal Mangano detectó que Sudamérica Surrogant forma parte de un holding con presencia en varios países de Latinoamérica y Europa, donde también enfrenta investigaciones. El circuito incluye agencias que reclutan a mujeres jóvenes de bajos recursos, muchas veces endeudadas o en situación de vulnerabilidad.