Alerta Bolivia
Tarija, 29 de noviembre de 2024 – Ya en el quinto día del Congreso Nacional de Educación, que se lleva a cabo en Tarija, las tensiones entre los sectores urbanos y rurales del magisterio, así como las críticas hacia el Ministerio de Educación, han llegado a un punto crítico. El profesor Patricio Molina, ejecutivo nacional del magisterio urbano, denunció una supuesta manipulación política que estaría obstaculizando el debate sobre la profunda crisis educativa del país.

“Ahí hay un rodillo político entre el magisterio rural, el Ministerio y las autoridades educativas que busca encubrir la verdadera situación de la educación en Bolivia. Es inaceptable que después de 14 años de implementación del sistema educativo actual, no se haya realizado una evaluación estructural”, afirmó Molina.
El dirigente recordó que la normativa exige una evaluación cada cinco años para analizar logros y retrocesos, pero lamentó que esta obligación haya sido ignorada. Según Molina, el Congreso está dominado por funcionarios del Ministerio y aliados del magisterio rural, lo que impide una discusión transparente y técnica de los problemas estructurales que enfrenta la educación.
Asimismo, criticó la ausencia del Ministro y los viceministros en las mesas de debate, calificándola como una falta de interés y compromiso. “No tienen el valor moral para discutir la crisis educativa. Han utilizado al magisterio rural como herramienta para confrontar a quienes presentamos propuestas concretas”, declaró.
El magisterio urbano insiste en la necesidad de una auditoría técnica que permita conocer el verdadero estado del sistema educativo. Sin embargo, Molina denunció que cualquier intento de tomar decisiones políticas para evaluar la gestión educativa ha sido bloqueado. “No quieren que la población sepa cómo han profundizado la crisis bajo la administración actual”, señaló.
Finalmente, hizo un llamado a los sectores educativos, sociales y a la población en general para exigir una verdadera transformación del sistema educativo. “La crisis es evidente y no se resolverá si no hay voluntad política para abrir el debate y asumir responsabilidades”, concluyó Molina.