La Diabetes Insípida Nefrogénica (DIN) es un trastorno poco común que afecta el equilibrio de agua en el cuerpo. A diferencia de la diabetes mellitus (la común relacionada con el azúcar), la DIN no está relacionada con los niveles de insulina o glucosa en la sangre. Su problema central radica en los riñones.
¿Qué sucede en el cuerpo?
Normalmente, los riñones filtran la sangre y reabsorben el agua excedente para producir orina concentrada, gracias a la acción de una hormona llamada vasopresina o hormona antidiurética (HAD). En la DIN, los riñones son resistentes a esta hormona. No responden a su señal, por lo que no pueden retener agua y producen grandes volúmenes de orina muy diluida, incluso cuando el cuerpo está deshidratado.
Causas
La DIN puede presentarse de dos formas:

- Adquirida: Es la más común y puede desarrollarse en cualquier momento de la vida. Sus causas incluyen:
- Fármacos: El litio (utilizado para el trastorno bipolar) es la causa principal. Otros medicamentos como algunos antibióticos o antivirales también pueden provocarla.
- Enfermedades crónicas: Enfermedad renal poliquística, anemia de células falciformes, infecciones graves o obstrucciones en las vías urinarias.
- Desequilibrios electrolíticos: Niveles bajos de potasio o altos de calcio en sangre.
- Hereditaria (Congénita): Es poco frecuente y se debe a una mutación genética que se transmite de padres a hijos (generalmente ligada al cromosoma X). Los síntomas suelen manifestarse desde los primeros meses de vida.
Síntomas
Los síntomas principales son consecuencia de la incapacidad de los riñones para concentrar la orina:
- Poliuria: Producción de una cantidad excesiva de orina diluida (pueden ser varios litros al día).
- Polidipsia: Sed intensa e insaciable, llevando a un consumo exagerado de agua o líquidos (nícturia: necesidad de orinar frecuentemente por la noche).
En bebés y niños pequeños con la forma hereditaria, los síntomas son más graves y pueden incluir:
- Llanto inconsolable e irritabilidad.
- Fiebre inexplicable.
- Vómitos y diarrea.
- Retraso en el crecimiento y bajo peso.
- Deshidratación severa: que puede manifestarse con piel seca, fontanelas (mollera) hundidas, letargo y ojos hundidos. Los episodios repetidos de deshidratación pueden causar daño neurológico y retraso en el desarrollo.
Consecuencias a Largo Plazo
Si la afección no se diagnostica y trata de manera adecuada, puede conducir a:
- Hidronefrosis: Dilatación de los riñones y los uréteres debido al gran volumen de orina, lo que causa dolor.
- Infecciones urinarias recurrentes.
- Disfunción de la vejiga.
- Insuficiencia renal crónica, en los casos más severos y no controlados.
Tratamiento
El objetivo principal del tratamiento es reducir el volumen de orina y prevenir la deshidratación. No existe una cura para la causa raíz (especialmente en la forma hereditaria), pero se puede manejar eficazmente.
- Tratar la causa subyacente: En la forma adquirida, suspender el medicamento responsable (como el litio) puede revertir el problema.
- Dieta baja en sodio y proteínas: Esto reduce la carga de trabajo de los riñones y la cantidad de orina producida.
- Fármacos:
- Diuréticos tiazídicos: Paradoxalmente, estos medicamentos ayudan a reducir la producción de orina.
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): Como la indometacina, que potencian el efecto de los diurticos.
- Hidratación adecuada: Es crucial beber suficientes líquidos para compensar las pérdidas, especialmente en climas calurosos o durante enfermedades.
Con un tratamiento y seguimiento adecuados, las personas con DIN pueden llevar una vida normal, con pocas complicaciones y una esperanza de vida promedio.