Alerta Bolivia
Tarija, 31 de julio de 2024
Roberto Castillo, economista, ofreció un análisis sobre la actual crisis económica que atraviesa Bolivia, destacando la necesidad de medidas urgentes y estructurales para enfrentar la situación.

Castillo comenzó señalando que el principal problema es el excesivo gasto público. «El gasto público desmedido está agotando nuestros recursos financieros. La subvención a los carburantes y el tipo de cambio fijo, sumado a un aparato estatal de más de 600,000 empleados, nos han llevado a esta crisis», afirmó.
El economista resaltó que Bolivia ha estado operando con déficits fiscales durante 11 años, y recientemente ha enfrentado déficits gemelos en lo comercial y fiscal. «El sector del transporte, clave para la economía del país, ha sido gravemente afectado, paralizando la matriz productiva», añadió Castillo.
La falta de credibilidad económica de Bolivia en el escenario internacional también fue destacada. «Nuestro país ahora debe pagar en efectivo por el diésel importado, lo cual está complicando aún más la situación», explicó.
Castillo propuso medidas de shock para solucionar la crisis, pero reconoció que estas son improbables en el contexto político actual. «El Gobierno debería reducir a la mitad el número de empleados públicos y eliminar la subvención a los carburantes, permitiendo a los exportadores traer su propio diésel. Sin embargo, estas medidas tienen un alto costo social y político, especialmente con las elecciones a un año de distancia», concluyó.
El gasto público en Bolivia asciende a aproximadamente 7,000 millones de dólares anuales, con un consumo diario de 20 millones de dólares solo en salarios para empleados públicos y 5 millones de dólares diarios en importación de combustible. Castillo subrayó que sin reformas drásticas, la crisis económica continuará afectando gravemente al país.