Alerta Bolivia
Tarija, 07 de julio de 2025 – En medio de un contexto económico regional complejo, el municipio fronterizo de Bermejo experimenta un inusual fenómeno comercial: el contrabando a la inversa. Este movimiento económico —impulsado por ciudadanos argentinos que cruzan la frontera para abastecerse de productos bolivianos— se ha convertido en una de las principales fuentes de ingreso para la población.
Así lo confirmó el alcalde municipal de Bermejo, Irineo Flores, quien destacó que el desbalance en el tipo de cambio y la escalada de precios en Argentina han generado una alta demanda de productos bolivianos en el vecino país.

“El contrabando a la inversa ha generado más recursos para Bermejo. Mucha gente de Salta, Orán e incluso Buenos Aires llega hasta aquí para comprar. Eso ha dinamizado el comercio y ha creado fuentes de empleo para nuestra población”, afirmó la autoridad edil.
Según datos del municipio, muchas personas estarían llegando desde distintos departamentos del país en busca de empleo, atraídas por el dinamismo económico que genera la actividad comercial en la frontera.
A pesar del impulso comercial, el alcalde reconoció la expansión de la informalidad:
“Sí, ha crecido bastante. Se ha concentrado principalmente en la zona de La Chalanas, en el barrio Petrolero. Estamos trabajando en medidas de control para ordenar esta situación”.
El peso argentino, ante la escasez de dólares, se ha consolidado como la moneda de uso más frecuente en el comercio local, aunque el municipio continúa operando en bolivianos. No obstante, la volatilidad del tipo de cambio complica las transacciones, lo que ha obligado a muchos comerciantes a operar exclusivamente en moneda argentina.
Aunque el fenómeno no deja de ser irregular, el alcalde señaló que “no podemos quejarnos, hay recursos que están llegando a través del comercio”, en un contexto donde el dinamismo económico depende casi exclusivamente de las transacciones fronterizas.
Flores concluyó asegurando que el municipio continuará fortaleciendo los mecanismos de control en el mercado local, con el fin de garantizar el abastecimiento de productos básicos y evitar distorsiones perjudiciales para la población bermejeña.