Un embarazo molar tiene lugar cuando existe un problema con un óvulo fertilizado, lo que significa que el bebé y la placenta no se desarrollan como deberían después de la concepción. Un embarazo molar no podrá sobrevivir. Este ocurre por casualidad y es poco común.

Cabe señalar que dicho embarazo puede no presentar síntomas, o puede manifestar algunos síntomas comunes del embarazo.
Puedes enterarte de que tienes un embarazo molar durante tu primera ecografía de rutina, alrededor de las 8 a 14 semanas.
¿Hay factores que pueden aumentar el riesgo de padecerlo?
Los factores de riesgo son los embarazos en edad temprana (menos de 20 años) o tardía (más de 40 años), el estar tomando anticonceptivos o haberlos suspendido recientemente, las dietas pobres en carotenos (vitamina A) o ricas en grasas saturadas, o vivir en zonas expuestas a agroquímicos o petroquímicos. Aunque lo más frecuente es que se deba meramente al azar
Algunas mujeres se enteran después de que el embarazo termina con una pérdida fetal espontánea.
Pruebas para un embarazo molar
Si un médico cree que tienes un embarazo de esta índole, te pedirá lo siguiente:
- Análisis de sangre para verificar tu nivel de la hormona del embarazo hCG, que suele ser más alto de lo normal en un embarazo molar.
- Una ecografía.
- Una cita con un especialista (ginecólogo) o en una unidad de evaluación temprana del embarazo.
Recuerda: Descubrir que tienes un embarazo molar puede ser muy difícil. Un médico puede brindarte la asesoría necesaria sobre el apoyo disponible.