El cáncer infantil es una enfermedad que, detectada a tiempo, puede ser tratada con éxito en muchos casos. Sin embargo, su diagnóstico temprano depende en gran medida de que padres, tutores y cuidadores estén atentos a ciertos signos y síntomas que podrían indicar la presencia de esta enfermedad. Pequeños dolores de cabeza que desaparecen durante el día, pérdida de apetito y de peso, así como la aparición de puntos rojos o moretones sin causa aparente, son algunas de las señales más comunes que no deben pasarse por alto.

Síntomas generales en niños y niñas
Entre los síntomas más frecuentes que pueden presentarse tanto en varones como en mujeres se encuentran:
- Fiebre superior a 38 grados que persiste durante varios días y no cede con tratamientos comunes.
- Dificultad para respirar sin causa aparente.
- Aparición de bolitas o ganglios inflamados en el cuello, axilas o ingles.
- Dolor de huesos y articulaciones.
- Sudoración nocturna excesiva.
- Palidez, fatiga o cansancio sin motivo aparente.
- Reflejo blanco en la pupila (leucocoria).
- Crecimiento irregular del abdomen o en cualquier parte del cuerpo.
- Cambios en el color de la orina.
Síntomas específicos en varones
Además de los síntomas generales, los varones pueden presentar:
- Moretones o sangrados frecuentes, como hemorragias nasales o de encías al cepillarse los dientes.
- Dolor de cabeza recurrente que desaparece durante el día.
Síntomas específicos en mujeres
En el caso de las niñas, es importante prestar atención a:
- Pérdida de apetito y de peso sin razón aparente.
- Puntos rojos o morados en la piel (petequias).
- Crecimiento anormal en cualquier parte del cuerpo.
La importancia de la detección temprana
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la leucemia representa casi una tercera parte de todos los cánceres infantiles, seguida por los linfomas y los tumores del sistema nervioso central.
¿Qué hacer si se detectan estos síntomas?
Ante la presencia de cualquiera de estos signos se recomienda solicitar atención médica inmediata. Un diagnóstico oportuno puede marcar la diferencia en el pronóstico y tratamiento de la enfermedad.
Conclusión
El cáncer infantil es una realidad que afecta a miles de familias en todo el mundo. Sin embargo, con información, prevención y atención médica oportuna, es posible enfrentarlo de manera efectiva. La detección temprana salva vidas, por lo que es fundamental que padres, tutores y cuidadores estén informados y actúen con prontitud ante cualquier señal de alerta.