Alerta Bolivia
Tarija, 25 de noviembre de 2024 – La terminal de buses de Tarija enfrenta un panorama complicado debido a la falta de diésel, situación que afecta directamente la operatividad del transporte interdepartamental y genera una disminución significativa en sus ingresos. Álvaro Zurita, director de la terminal, calificó el escenario como preocupante y resaltó las consecuencias tanto para las empresas de transporte como para la administración de la terminal.

Impacto en los ingresos y servicios
Zurita informó que los ingresos diarios han caído de más de 10,000 bolivianos a menos de 7,000 bolivianos, lo que representa una reducción de entre el 20% y el 30%. «Este descenso afecta nuestra capacidad de cubrir servicios básicos y realizar el mantenimiento periódico de la infraestructura, requisitos esenciales para conservar el estatus de terminal internacional», explicó.
Además, la operación diaria de la terminal se ha reducido considerablemente. En lugar de recibir más de 60 buses al día, actualmente apenas alcanzan los 40, lo que genera una caída en la oferta de transporte para los usuarios y afecta la confianza en el servicio.
Problemas en el transporte de pasajeros
Los buses provenientes de otros departamentos descargan pasajeros en la terminal y deben dirigirse a los surtidores en busca de diésel, un proceso que puede extenderse por varios días. Esto provoca retrasos en los viajes, obligando a las empresas a reprogramar salidas o, en muchos casos, cancelarlas. Para mitigar este problema, la terminal ha implementado un sistema de confirmación de salidas a las 14:00 horas. Si no se consigue combustible, los pasajeros reciben el reembolso de su pasaje o son reubicados en otras unidades con disponibilidad.
Un panorama nacional crítico
Zurita subrayó que esta situación no es exclusiva de Tarija, sino que refleja la crisis generalizada en el suministro de diésel en todo el país. «La falta de combustible está impactando gravemente al sector del transporte, y con ello, a la economía de la terminal y de las empresas que operan en ella. Es urgente que las autoridades nacionales tomen medidas para normalizar el abastecimiento», señaló.
Esfuerzos y expectativas
Pese a las dificultades, la terminal continúa operando bajo un estricto control de costos y buscando alternativas para minimizar el impacto en los pasajeros y las empresas de transporte. Sin embargo, Zurita advirtió que la sostenibilidad de estos esfuerzos dependerá de la capacidad del gobierno para resolver la crisis del diésel de manera efectiva y a corto plazo.
Esta problemática evidencia cómo una crisis en el suministro de combustible puede desencadenar efectos en cadena que afectan tanto a los usuarios como a los operadores de servicios esenciales.