Alerta Bolivia
Santa Cruz, 24 de marzo de 2025 – Un reciente operativo antidrogas en Santa Cruz reveló el auge de un mercado clandestino de hongos alucinógenos, una sustancia controlada cuyo gramo alcanza los $us 500 en el mercado ilegal. Según informes oficiales, este psicotrópico -que contiene psilocibina y psilocina- está siendo consumido principalmente por jóvenes de alto poder adquisitivo en zonas residenciales de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba.
De acuerdo al Centro Nacional de Inteligencia sobre Drogas de Naciones Unidas, la psilocibina es una sustancia alucinógena que se obtiene de ciertos tipos de hongos oriundos de las regiones tropicales y subtropicales de Sudamérica, México, y los Estados Unidos. En Bolivia, rige la Ley 913 de Ley de Lucha contra el Tráfico ilícito de Sustancias Controladas, que incluye en el acápite de psicotrópicos a la psilocina o psilotsina y la psilocibina en la lista de sustancias controladas.

Operativo en Urubó decomisa 400 gramos
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, informó que durante un allanamiento en Porongo se incautaron 400 gramos de esta sustancia y se arrestó a José M.A., un joven de 20 años que operaba como «dealer» desde una lujosa propiedad camuflada como criadero ganadero. «Estos hongos estaban siendo comercializados en la zona del Urubó a cambio de marihuana», detalló el ministro. Según inteligencia policial, los distribuidores deshidratan los hongos (de color rojizo y olor característico) para luego venderlos en forma pulverizada, siendo consumidos en infusiones, postres o chocolates.
Efectos alarmantes y perfil de consumidores
Franklin Alcaraz, director del Centro Latinoamericano de Investigación Científica (Celin), advirtió que la psilocibina provoca alucinaciones intensas (visiones de «monstruos») y alta adicción. «Los consumidores, entre 16 y 30 años, pertenecen a un nicho de alto nivel económico», explicó un agente anónimo. Este patrón coincide con hallazgos desde 2021 en el eje troncal, donde la sustancia circula en ambientes exclusivos. La Ley 913 cataloga estos hongos como psicotrópicos controlados, equiparándolos a otras drogas peligrosas.