El hígado es el órgano encargado de procesar y eliminar muchas de las sustancias que ingerimos, incluidos los medicamentos. Aunque estén disponibles sin receta, algunos fármacos pueden resultar dañinos si se usan de forma incorrecta, en especial cuando se toman con frecuencia o sin supervisión médica.
El papel del hígado en el metabolismo de los medicamentos
Cada vez que tomas un medicamento, el hígado trabaja para metabolizar sus componentes y facilitar su eliminación del cuerpo. Este proceso puede generar subproductos que, en ciertos casos, resultan tóxicos para las células hepáticas.
Cuando se exceden las dosis recomendadas o se mezclan fármacos sin control, el hígado se ve obligado a trabajar más de lo que puede soportar, lo que puede provocar inflamación o incluso daño hepático severo.
Riesgos de la automedicación
La automedicación puede parecer inofensiva, pero aumenta el riesgo de interacciones peligrosas entre medicamentos, intoxicaciones y lesiones hepáticas. Esto es especialmente relevante con analgésicos comunes como el paracetamol, cuya sobredosis es una de las principales causas de insuficiencia hepática.
Además, algunas personas con enfermedades del hígado no diagnosticadas pueden empeorar su condición al tomar ciertos medicamentos sin saberlo.
¿Qué precauciones debes tomar?
- Consulta siempre a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento.
- No mezcles fármacos sin orientación médica, aunque sean de venta libre.
- Lee las etiquetas y sigue las instrucciones de dosificación al pie de la letra.
- Evita el consumo prolongado de medicamentos sin control, en especial si tienes antecedentes de problemas hepáticos.
Cuidar tu hígado es clave para tu salud general. Evitar la automedicación y seguir un uso responsable de los medicamentos puede prevenir complicaciones graves y preservar la función hepática a largo plazo.
