Niños, ¿es recomendable bañarlos a diario?

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El baño diario es una práctica común en muchas familias, pero ¿realmente es indispensable para los niños? Según expertos pediatras, la respuesta corta es no, salvo en casos específicos.

Existen situaciones donde el baño es imprescindible, como cuando el niño se ensucia visiblemente al jugar en la tierra, sudar excesivamente, usar pintura o estar expuesto a suciedad notoria. También es fundamental bañarlo si ha estado en una piscina, ya que el cloro puede irritar la piel, o en cuerpos de agua naturales, donde pueden existir microorganismos o sustancias potencialmente nocivas. Asimismo, si el niño ha utilizado repelente de insectos, es recomendable retirarlo al finalizar el día.

En cuanto a los adolescentes, los expertos subrayan la importancia del baño frecuente, especialmente si presentan olores corporales fuertes debido a los cambios hormonales.

En algunos casos, los pediatras pueden recomendar el baño diario para tratar ciertas condiciones dermatológicas, como dermatitis atópica. Sin embargo, en ausencia de estos factores, no es necesario bañar a los niños todos los días.

Riesgos del baño diario en niños

Bañar a los niños con demasiada frecuencia puede causar sequedad e irritación en la piel. Esto ocurre porque la piel pierde sus aceites protectores y bacterias naturales, que son esenciales para mantener una barrera saludable y proteger al organismo de agentes externos.

Si el niño no tiene suciedad visible, no huele mal, no ha usado repelente ni estado en el agua, es suficiente bañarlo entre dos y tres veces por semana. En casos donde el agua es un recurso limitado, incluso una o dos veces por semana puede ser adecuado. Para mantener la higiene diaria, se puede limpiar rápidamente las zonas más propensas a acumular suciedad, como la cara, las ingles y las axilas, con una toallita húmeda o paño húmedo.

¿Qué hacer con los adolescentes?

Los adolescentes, por sus niveles de actividad y el inicio del uso de desodorantes, suelen requerir un baño más frecuente. Sin embargo, en días de menor actividad, puede ser suficiente lavar el rostro y usar una toallita con jabón en las áreas propensas a generar olor, como las axilas y las ingles.

En conclusión, los pediatras recomiendan adaptar la frecuencia del baño a las necesidades específicas de cada niño, priorizando su salud dermatológica y el contexto en el que se encuentren.


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