Alerta Bolivia
Tarija, 18 de febrero de 2025 – El anuncio del gobernador de Tarija, Óscar Montes, sobre su retiro de la política a partir de 2026 ha generado un sin fín de especulaciones. Aunque Montes asegura que su decisión responde a un deseo de dedicar tiempo a su familia tras más de 25 años en el servicio público, son muchos los que cuestionan si este retiro será definitivo o simplemente una pausa estratégica en una carrera política que ha sido el eje central de su vida.
Montes no es un nombre cualquiera en Tarija. Con 15 años como alcalde, 5 como gobernador y 6 como dirigente cívico, su influencia en la región es indiscutible. Ha sido un actor clave en el desarrollo de la infraestructura y la política local, pero también ha acumulado críticas y controversias propias de quien ha estado tanto tiempo en el ojo público. Ahora, al afirmar que «es suficiente tiempo dedicado a la sociedad», Montes busca cerrar un capítulo que, para muchos, parece interminable.
Sin embargo, las dudas sobre su retiro no son infundadas. La política, para figuras como Montes, no es solo una profesión; es una forma de vida. Quienes lo conocen de cerca sugieren que es difícil imaginar a alguien tan arraigado en la esfera pública alejarse por completo. Además, su declaración deja una puerta abierta: no descarta aceptar una invitación del nuevo Gobierno para colaborar en el ámbito ejecutivo. Esto ha llevado a muchos a pensar que su «retiro» podría ser más un receso táctico que un adiós definitivo.
Por otro lado, es importante reconocer que, tras décadas de servicio público, el desgaste físico y emocional es inevitable. Montes ha sido testigo y protagonista de los vaivenes políticos de Tarija y Bolivia, y es comprensible que busque un respiro. Sin embargo, en un país donde la política suele ser una carrera de larga duración, y donde las despedidas definitivas son escasas, es natural que muchos vean su anuncio con escepticismo.
En este contexto, la pregunta que queda en el aire es clara: ¿estamos ante el final de una era o simplemente ante un cambio de estrategia? Si Montes cumple su palabra, su retiro marcará el fin de una trayectoria política que ha dejado una huella profunda en Tarija. Pero si, como muchos sospechan, este anuncio es solo un paréntesis, será un recordatorio más de que, en la política, las despedidas rara vez son absolutas.
Lo que está claro es que, retirado o no, Óscar Montes seguirá siendo un nombre que resuena en los pasillos del poder tarijeño. Su influencia, construida a lo largo de más de dos décadas, no se desvanece fácilmente. Y mientras tanto, la duda persiste: ¿veremos a Montes disfrutar de su retiro en familia o preparando su próximo movimiento político? Solo el tiempo lo dirá.