Aunque el presidente Luis Arce aseguró el pasado viernes que las filas por combustible desaparecerían este lunes, la escasez continúa afectando a Santa Cruz. Un recorrido realizado por EL DEBER en las primeras horas de la mañana evidenció largas filas en varias estaciones de servicio de la capital cruceña.
Mientras tanto, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) informó que el suministro se restablecerá de forma progresiva en las próximas horas, y que se han intensificado los despachos y controles para normalizar la distribución. No obstante, la población desconfía de los anuncios oficiales del Gobierno.
En este contexto, la ANH informó este lunes que se han despachado 3 millones de litros de gasolina y 3 millones de litros de diésel hacia el departamento de Santa Cruz, como parte de un plan de emergencia para garantizar el abastecimiento de combustibles y reducir las largas filas en estaciones de servicio.

Leslie Lanza, responsable regional de la ANH, señaló que el despacho se está realizando tanto en la capital cruceña como en las provincias, y que las plantas de almacenamiento están operando las 24 horas del día.
“Esperamos que las filas se vayan disminuyendo de manera inmediata y que la ciudadanía ya pueda ir provisionándose con normalidad”, afirmó en declaraciones a EL DEBER Radio.
La autoridad explicó que el proceso de regularización será paulatino, ya que las estaciones aún están a la espera del arribo de las cisternas. “Se está garantizando que las estaciones van a recibir volúmenes altos durante el transcurso del día”, aseguró.
Como parte del operativo, la ANH intensificó los controles en estaciones de servicio para evitar el acopio irregular de combustible. Lanza mencionó el caso de un vehículo que intentó cargar dos veces en menos de 24 horas, lo que fue detectado por el personal de la entidad.
“Estamos haciendo controles rigurosos y trabajando de manera coordinada con las Fuerzas Armadas, que están escoltando las cisternas desde las plantas hasta las estaciones”, indicó.
Además, se incrementó la presencia de efectivos militares en las fronteras para reforzar los controles y prevenir el desvío de combustibles hacia el contrabando.
En Tarija también persiste la incertidumbre
En el caso de Tarija, se pudo evidenciar un panorama similar desde el fin de semana, con varias estaciones de servicio cerradas y, desde este lunes, nuevamente largas filas como las registradas la anterior semana. La población muestra preocupación ante la falta de información clara y la falta de una solución efectiva por parte del Gobierno central.
Muchos ciudadanos tarijeños han tenido que recorrer distintos surtidores en busca de combustible sin éxito, mientras que otros reportan esperas de más de una hora para poder abastecer sus vehículos. La situación ha generado molestias generalizadas y ha alimentado el malestar social, sumándose a las protestas por el incremento de precios y el desabastecimiento de alimentos.
Las colas persisten
Pese al anuncio del presidente Luis Arce de que las filas por combustible se normalizarían desde este lunes, ciudadanos cruceños continúan enfrentando largas esperas en estaciones de servicio y manifiestan desconfianza en la promesa gubernamental.
Un sondeo realizado por EL DEBER Radio en distintos surtidores de la ciudad revela que el malestar entre los conductores persiste. Algunos aseguran estar buscando gasolina desde el domingo sin éxito, mientras otros han tenido que esperar por más de hora y media para abastecer sus vehículos.
“Supuestamente hoy se iba a abastecer el combustible, pero seguimos con las colas. Uno recorre surtidor por surtidor y hay más de 100 autos en cada uno”, relató un conductor visiblemente molesto. “Desde ayer estoy buscando combustible, pero no hay en ninguno”, agregó.
Otro entrevistado señaló que gracias a una aplicación móvil logró ubicar una estación abastecida, aunque también reconoció que debió llegar a las 7 de la mañana y esperar más de una hora para cargar. “De a poco se está normalizando, pero sigue siendo complicado”, comentó.
Algunos ciudadanos expresaron su resignación aferrados a la esperanza. “Más que creer en el presidente, hay que creer en Dios. Esperemos que esta vez se solucione para el bien de todos”, dijo un conductor mientras aguardaba su turno.
Una mujer, que llevaba casi dos horas en fila, fue más crítica: “Es una pena que lleguemos hasta este punto. Lamentablemente ya no se puede creer en este presidente, pero lo único que queda es tener fe y seguir adelante. Ojalá esta vez no se equivoque”.
Con información de El Deber