El esfuerzo de la provincia de Salta, Argentina, en la producción de un insecticida larvicida biológico llamado BTI ha despertado interés en Bolivia. Este producto, desarrollado en el laboratorio de investigación y producción de biocontroladores del Ministerio de Salud Pública salteño, se utiliza para eliminar larvas de mosquitos que transmiten enfermedades como el dengue, una problemática que también afecta a nuestro país.

Desde 2018, el gobierno provincial de Salta ha invertido en la investigación y producción de este larvicida, logrando distribuirlo en 28 municipios de la región. El éxito del BTI ha sido medido a través de resultados alentadores, que han reducido considerablemente la población de mosquitos vectores.
Tecnología en la lucha contra el dengue
El laboratorio de producción del BTI está ubicado en el hospital del Milagro de Salta, y su funcionamiento ha sido destacado a nivel nacional por su estrategia innovadora para combatir enfermedades transmitidas por vectores. La producción de este insecticida biológico se realiza en colaboración con el Plan Integral Provincial de Manejo del Dengue, impulsado bajo las directrices del gobernador Gustavo Sáenz.
Además de fabricar el BTI, Salta ha implementado otras medidas preventivas, como la compra de vacunas, campañas de descacharrado en colaboración con los municipios, y programas educativos dirigidos a la población para frenar la proliferación de mosquitos. Esta estrategia ha sido vista con interés desde Bolivia, donde se enfrenta una situación similar durante la temporada de lluvias.
Características del BTI
El BTI se aplica en lugares donde el agua permanece estancada, como pozos ciegos y letrinas, para evitar la reproducción de los mosquitos. Cada pozo ciego puede convertirse en un criadero de hasta 18 mil ejemplares de Aedes aegypti, principal vector del dengue, y aproximadamente 150 mil de la especie Culex. Este larvicida es seguro para la salud humana, selectivo en su acción, biodegradable y no afecta a la fauna o flora local.
Avances y proyecciones
Desde la implementación del BTI en Salta en 2021, se ha extendido su uso a diferentes municipios, mostrando resultados positivos. En localidades como Salvador Mazza, se logró reducir la población de mosquitos en un 97% en solo 30 a 45 días. La biofábrica, como la han denominado las autoridades locales, planea una expansión con una inversión significativa, que incluye 50 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para apoyar proyectos vinculados a la economía del conocimiento.
Capacitación y distribución
El proceso de aplicación del BTI requiere una capacitación específica, proporcionada a los empleados municipales para asegurar una correcta utilización. Según Marino Cardoso, jefe del programa del laboratorio, en el último año se distribuyeron cerca de 8.000 unidades de BTI a todos los municipios salteños, basándose en los informes de la Dirección de Epidemiología. Este tipo de iniciativas en la provincia de Salta son vistas en Bolivia como un ejemplo de gestión efectiva en la lucha contra enfermedades vectoriales, lo que podría inspirar a seguir modelos similares en el país.
En Bolivia, la temporada de lluvias trae consigo un aumento en los casos de dengue, por lo que la experiencia salteña podría ofrecer pautas valiosas para mejorar la gestión de salud pública en el territorio nacional.
Con información de El Tribuno