La escoliosis es una desviación lateral de la columna vertebral que forma una curva en forma de «S» o «C». Lejos de ser un simple problema de postura, es una condición que requiere atención, especialmente cuando se detecta en la infancia y adolescencia, ya que es cuando más progresa.

No es solo cuestión de apariencia: Conoce las Señales
Muchas personas piensan que la escoliosis solo se ve a simple vista, pero hay síntomas clave a los que debemos prestar atención:
- Hombros a distinta altura: Uno más alto que el otro.
- Un omóplato más prominente: Que sobresale más que el otro.
- Cintura desigual: Un lado de la cintura parece más alto o más marcado.
- Inclinación del cuerpo: Inclinación hacia un lado.
- Dolor de espalda: Especialmente en adultos, puede ser un dolor persistente y localizado.
- En casos graves, puede afectar la función pulmonar y cardiaca debido a la presión en la caja torácica.
¿Y si no se trata? Las consecuencias van más allá de la espalda
Ignorar la escoliosis puede llevar a complicaciones serias a largo plazo:

- Dolor crónico: Dolor de espalda debilitante y constante en la edad adulta.
- Problemas estéticos y de autoestima: Asimetría visible que puede afectar la confianza personal.
- Daño nervioso: En curvas muy severas, puede comprimir nervios.
- Artritis degenerativa: Mayor desgaste en las vértebras.
- En raros casos extremos, complicaciones cardiorrespiratorias.
¿Por Qué Aparece la Escoliosis?
La causa de la escoliosis depende completamente de su tipo. En la mayoría de los casos (80%), se trata de escoliosis idiopática, un término médico que significa «de causa desconocida», aunque se sospecha fuertemente de un componente genético que predispone a desarrollarla. Otras causas específicas incluyen la escoliosis congénita (por malformaciones vertebrales presentes al nacer) y la escoliosis neuromuscular (que surge como consecuencia secundaria de enfermedades como parálisis cerebral o distrofia muscular, donde los músculos no sostienen bien la columna). En resumen, no hay una sola respuesta; puede ser un misterio genético, un defecto de nacimiento o una complicación de otra condición médica.
¡La detección temprana es la clave! Opciones de Tratamiento
El tratamiento depende de la edad del paciente, el grado de la curva y su potencial de progresión. Siempre debe ser supervisado por un ortopedista especialista.
- Observación y control: Para curvas leves (menos de 20-25 grados). Se realizan radiografías periódicas para verificar si la curva empeora.
- Uso de corsé ortopédico: Es el tratamiento estándar para curvas moderadas (entre 25 y 45 grados) en niños que aún están creciendo. El corsé no endereza la columna, pero evita que la curva avance.
- Cirugía (fusión espinal): Se reserva para curvas graves (generalmente superiores a 45-50 grados) que progresan o causan dolor intenso. El procedimiento fusiona vértebras para corregir la curva y mantenerla en su lugar con implantes metálicos.
¿Qué debes hacer?
Si tú o alguien de tu familia presenta alguno de los síntomas mencionados, no lo atribuyas solo al estrés o a una mala postura pasajera. Consulta con un médico. Un diagnóstico a tiempo marca la diferencia entre un tratamiento sencillo y uno complejo.