Alerta Bolivia
Tarija, 07 de marzo 2025 – En el marco de la Vendimia 2024-2025, el vocero oficial de la Asociación Nacional de Vitivinicultores (ANAVIT), José Luis Sánchez, brindó un análisis detallado sobre la producción de uva en Tarija, los desafíos enfrentados y las proyecciones para los próximos años. Durante su intervención, Sánchez destacó que este año ha sido atípico debido a la maduración temprana de la uva, lo que ha generado un escenario con solo un 5% de la producción aún disponible en planta.
Sánchez señaló que la uva tarijeña ha tenido una buena receptividad en los mercados de Cochabamba, Santa Cruz, La Paz y la propia Tarija, con precios favorables para los productores. Sin embargo, advirtió que es necesario realizar una evaluación final a fin de mes para determinar la cantidad exacta de kilos comercializados y su distribución entre vinos y singanis.

«Este año ha sido de recuperación estratégica para el sector. Hemos enfrentado desafíos como las riadas y la reconversión de cultivos, donde algunos productores retiraron viñedos para sembrar otros productos. Ahora, debemos proyectar la Vendimia 2025-2026 con el objetivo de recuperar lo perdido y fortalecer la cadena productiva», explicó Sánchez.
El vocero de ANAVIT destacó que la viticultura en Tarija crece a un ritmo del 10% anual, y proyectó que, en los próximos 5 a 6 años, la región podría alcanzar las 10,000 hectáreas de vid en plena producción. No obstante, subrayó que este objetivo no se logrará sin el apoyo de las autoridades y la implementación de políticas que impulsen el sector.
«Es fundamental que las autoridades presten atención al tema productivo. La uva tarijeña mueve anualmente alrededor de 1.5 millones de quintales, generando un impacto económico superior a los 140 millones de bolivianos. Esto no solo incluye la comercialización de uva, sino también la cadena turística, la venta de vinos y singanis, y la proyección de exportaciones», afirmó.
Además, destacó que la menor importación de uva desde Perú y Chile, así como la reducción del contrabando de bebidas alcohólicas desde Argentina, han permitido que los vinos y singanis tarijeños ganen mayor espacio en el mercado nacional.
El vocero de ANAVIT también abordó el tema de los precios, señalando que, si bien algunos vinos comunes han alcanzado valores de 22 a 30 bolivianos, los productores no han incrementado el precio de la uva, la cual se ha cotizado entre 8 y 10 bolivianos por kilo. «Es importante que la población entienda que los aumentos no provienen de los productores, sino de otros eslabones de la cadena», aclaró.
Finalmente, Sánchez enfatizó la importancia de la vitivinicultura como generadora de empleo y ingresos en Tarija, especialmente en un contexto donde otros sectores, como el gas, enfrentan desafíos. «La cadena de la uva, los vinos y los singanis es clave para sostener la economía local y la generación de empleos. Debemos trabajar juntos para fortalecerla», concluyó.