Alerta Bolivia
Tarija, 06 de junio de 2025 – Las recientes heladas registradas en distintas zonas del departamento de Tarija han generado pérdidas significativas en la producción de leguminosas, especialmente en el cultivo de arveja, lo que ha provocado un alza considerable en su precio en los mercados. Así lo advirtió José Viluyo, dirigente campesino, quien informó que comunidades productoras atraviesan momentos críticos debido a estos fenómenos climáticos.
“La siembra fue tardía y las heladas han afectado cultivos como la arveja y el trigo. En algunas zonas, las pérdidas superan el 50% y en otras incluso se ha perdido todo”, manifestó Viluyo, al detallar que los sectores más golpeados se encuentran en las comunidades altas como Charcas, El Puesto y Yesera.
Según el dirigente, antes del evento climático el quintal de arveja se cotizaba entre 400 y 500 bolivianos, pero con la disminución de la oferta, los precios podrían seguir subiendo. “El precio lo determina la oferta y la demanda. Ahora mismo no hay producción, y eso genera especulación”, explicó.
Además de las pérdidas productivas, Viluyo denunció que los intermediarios agravan la situación. “El productor primario casi no gana nada. Los intermediarios son los que encarecen los productos, se aprovechan de la escasez para subir los precios”, lamentó, añadiendo que muchos agricultores deben abandonar sus puestos de trabajo para trasladar los productos a la ciudad, lo cual implica más perjuicios.
El dirigente también hizo un llamado a las autoridades municipales y departamentales para que se realicen evaluaciones técnicas y se busquen mecanismos de compensación para los productores afectados. “Esperamos que las autoridades no nos dejen solos. Las heladas no son visibles de inmediato, pero en dos o tres días se evidencian los daños reales en los cultivos”.
Finalmente, pidió un cambio estructural en la cadena de comercialización agrícola para evitar que los intermediarios sean quienes controlen los precios, mientras los productores apenas sobreviven. “El trabajo en el campo es como una lotería. A veces sale bien, a veces mal, pero necesitamos políticas que protejan al que produce”.